El pontífice argentino fue a Regina Coeli, la cárcel más grande de la capital italiana. “Pude y quise estar cerca de ustedes”, aseguró, recordando su hospitalización por una neumonía.
El líder de la agrupación paramilitar que protagonizó una rebelión armada contra el Kremlin en junio figuraba a bordo de la nave, y todos los pasajeros murieron. El avión privado se estrelló en la región de Tverm, a 200 kilómetros de Moscú.